Me encanta escribir cosas felices, quizás divagar entre mis recuerdos y encontrar alguno especial pueda ser una buena opción, ya que de hoy, no puedo sacar mucho para una historia.
Bueno, veamos.
Mirar hacia mi pasado no es fácil.En ocasiones es hermoso, en otras terrible, pero creo que es un buen pasado. No tengo de mucho que quejarme. Tengo inolvidables tardes de juego, juegos inventados por nosotros mismos y los típicos que se juegan en la niñez.
Veamos, uno de los juegos inventados era el famoso juego "escondiendo al bebé" jajaja. Se requería por lo menos 4 personas para jugar, dos parejas. Si eran más, aún mejor. Elegiamos un lugar de la casa, una habitación y un integrante de la pareja escondía al otro para que después la pareja que competia contra estos encontrara al "bebé", que, por mientras, estaban encerrados en una pieza, la pieza que ahora es mi pieza :). Si lo encontraban, punto, si no, punto para la pareja que escondía.
En una de las tantas ocasiones que jugamos a este juego, me tocó esconder a mi prima Pamela y la idea más brillante que se me ocurrió fue esconderla bajo los cojines del sillón. Quedó tan perfecto, que el sillón se veía más cómodo de lo que estaba antes de esconder a mi prima allí.
Fui a buscar a la pareja que le tocaba buscar, sacándolas de su encierro. Fueron al living-comedor de mi casa, buscando y buscando, una se fue al pasillo que da la cocina y la otra subió las escaleras, absolutamente despistada por la subida simulada que yo había hecho para hacerles creer que había escondido a Pamela arriba. Astuta, lo sé.
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Cota - Pame - Carla - Fran 4/5 de las participantes de esta historia |
En eso, aparece la prima que me sigue en edad, un año menor que yo, Fran. Ese día no quiso jugar así que andaba en la cocina preparándose algo para comer y había terminado, pasando al living para ver tele y comer su sandwich. Mientras, yo miraba entretenida y con una disimulada sonrisa a mis otras dos primas, Sofía y Carla, que estaban en la pieza de arriba buscando a Pame.
Veo a Fran y conversamos, le dije en un susurro "Están súper perdidas" volviendo la vista hacia arriba, mientras mi prima me contestaba con una risa discreta y se sentaba en el sillón.
Okey wait... Ustedes pensarán: ¿no que estaba Pamela ahí? La respuesta es si.
Fran se removió un poco incómoda en el sillón, mientras un quejido salía de algún lado. "Algún lado..." pensé, mientras volteaba a ver el sillón y estallaba en una carcajada.
Se anulo el juego y Pamela no quiso ser más escondida en lugares en que corriera peligro de ser aplastada. Por suerte fue por su hermana y no por uno de nuestros abuelos. Ahí si que habría sufrido.
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